Los políticos de-generados

Los políticos de-generados

La Ley Orgánica de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género fue votada el día 7 de Octubre de 2.004, durante la 8ª Legislatura presidida por el Gobierno socialista de Zapatero, y aprobada por unanimidad en el Congreso de los Diputados. Tanto el Presidente, como el Ministro de Justicia que la impulsó, como 224 de los 350 diputados electos (el 64 %) eran hombres. Era evidente que se estaban tirando piedras contra su propio tejado de una forma aparentemente absurda, tal y como ha dejado bien claro el humillante episodio de aquel Ministro, López Aguilar, que ni siquiera ahora, cuando ha sido cazado en su propia trampa acusado absurdamente de maltrato por su ex, ha sido capaz de bajarse del burro.

Para analizar este curioso fenómeno, les propongo elegir entre 3 premisas:

España tenía, y sigue teniendo, una incidencia especialmente baja de violencia contra la mujer, una de las más bajas de todo el mundo, muy por debajo de países como Bélgica, Italia o Inglaterra. El Prólogo de esta Ley ya lo refleja, pero de una forma tergiversada en la que da a entender lo contrario a la verdad: “… En la realidad española, las agresiones sobre las mujeres tienen una especial incidencia,…”. Es una Ley que, a todas luces, parecía innecesaria. De hecho no ha conseguido reducir lo más mínimo esa incidencia.
Se trataba de una ley en la que se afirma que el varón es un ser perverso, abusivo y agresor, obsesionado con hacer daño a las mujeres. Se deduce que a ellas las considera física y mentalmente débiles, incapaces de defenderse por sí mismas de los abusos masculinos. Por ese motivo se hacía necesario romper principios constitucionales como los de Igualdad ante la Ley en Razón al Sexo o el de la Presunción de Inocencia, para poder protegerlas. Era una Ley sexista (llámesele machista o hembrista) y, por tanto, retrógrada.
Para su puesta en marcha y desarrollo iba a ser necesaria una fabulosísima inversión de dinero público. Preveía actuaciones tan variadas y extensas como la creación de juzgados específicos, fiscalías, gabinetes técnicos y asesorías, cátedras universitarias, teléfonos de asistencia permanente, campañas publiciarias masivas, subvenciones no menos masivas al asociacionismo feminista sin control de cuentas… y un larguísimo etc.
Ahora saquemos las conclusiones correspondientes:

A- Si ha elegido Vd. la premisa Nº 1, está aceptando que todos los políticos españoles eran unos indocumentados, unos incompetentes que votaron una Ley sin tener la más remota idea sobre el asunto del que estaban decidiendo.

B- Si ha elegido la 2, está asumiendo que todos los políticos varones reconocían ser seres perversos, abusivos y agresores, unos monstruos que merecían perder parte de sus derechos constitucionales para poder ser puestos bajo control.

C- Si ha sido la 3, está calificando a toda la clase política española de corruptos integrales, de charlatanes, timadores, de estafadores de Estado. En España, mientras no había subvenciones, sino sacrificios, la lucha feminista fue muy pobre, casi inexistente. Quizás no se vio tan necesario como en otros países, porque arrastrábamos una tradición relativamente feminista para nuestro entorno cultural: Éramos el país en el que la mujer conservaba su apellido tras la boda, en el que se había consagrado la caballerosidad y en el que” tanto monta, monta tanto, Isabel como Fernando”. La explosión feminista la ha traído ese gran “bocado” que le sacan a nuestros impuestos.

Como las premisas y las conclusiones no eran excluyentes entre sí, quizás Vd. haya hecho como yo y se haya quedado con todo. En ese caso, podrá coincidir también conmigo en que nuestros políticos, habiéndose vuelto “de género”, son unos “de-generados”.

Fuente: http://vegamediapress.es/not/12751/los-politicos-de-generados/